Me
he ocultado,
y
me sigue allí la intrusa
luna
llena de ancha cara.
Fugitiva
se ha filtrado
a
través de la tupida
ramazón
del viejo árbol
y
me besa los cabellos
resplandeciendo
en mi cara.
Sombra
mía:
¡reposada
sombra mía
de
mis párpados cerrados!
Luz
interna:
¡sigue
la intrusa interior!
Hasta
allí
sigue
la intrusa luminosa,
por
mi congoja afanosa,
me
deslumbra, resplandece
muy
adentro,
donde
inquieto se guarece
el
pensamiento.
Fuente:
Antología poética dominicana.
Photo via Visual Hunt
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