Melancolía al morir la tarde, de Clotilde Rodríguez



¡Adiós! Adiós, antorcha luminosa,
ya va a alumbrar nueva región tu luz,
y a arrancar, siendo aurora de otro mundo,
a sus tinieblas tristes el capuz;

y mañana al volver serás el alba
que vida prestarás y claridad,
y esa región inmensa que alumbrabas
sumida quedará en la oscuridad.

Así es la vida, ¡oh, sol! Así radiante
como tu hermosa aurora ella brilló
en los dorados sueños que forjaba
mi tierna juventud que, ¡ay!, ya pasó.

Mis sueños juveniles, ¿dónde fueron?
Mis gratas ilusiones, ¿dónde están?
Cual tus bellos colores desaparecen
y en el mar del olvido se ahogarán.

Y entonces solamente en mi memoria
hallaré los recuerdos de un ayer,
melancólico y dulce, cual los tintes
con que bañas el cielo al fenecer.


Fuente: Álbum poético fotográfico de las escritoras cubanas (1868).

** La edición es mía.

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