¡Oh, poesía!, de Amalia Puga




Salve, Virgen divina, en cuyas manos
frescas se ostentan del Edén las flores;
cuyo trono lo forman más primores
que en sus senos ocultan los océanos.
El ángel de los credos mahometanos,
las legiones de célicos cantores.
los canarios, alondras, ruiseñores,
son por la melodía tus hermanos.
Tú eres fuente de vida y de belleza;
tú de encantos sin fin eres tesoro;
de ti manan la gloria y la grandeza.
Y el alma humana entre cadenas de oro
tu esclava es, y de tu ser la alteza
proclama sin cesar en dulce coro.

1892


Fuente: Ensayos literarios (1893).
** La edición es mía.

Photo credit: Rifa21 via Visual Hunt / CC BY

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