Última rima, de Juana Borrero




Yo he soñado en mis lúgubres noches,
en mis noches tristes de penas y lágrimas,
con un beso de amor imposible,
sin sed y sin fuego, sin fiebre y sin ansias.

Yo no quiero el deleite que enerva,
el deleite jadeante que abrasa,
y me causan hasta infinito
los labios sensuales que besan y manchan.

¡Oh, mi amado, mi amado imposible,
mi novio soñado de dulce mirada!
Cuando tú con los labios me beses,
bésame sin fuego, sin fiebre y sin ansia.

Dame el beso soñado en mis noches,
en mis noches tristes de penas y lágrimas,
que me deje una estrella en los labios
y un tenue perfume de nardo en el alma.


Fuente: Parnaso antillano.
** La edición es mía.

Photo via Visualhunt

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