En
el álbum de mi buena amiga,
la distinguida poetisa guatemalteca
Vicenta L[aparra]
de la Cerda.
Quise
poner en tu álbum primoroso
una
flor de belleza la más rara,
que
con su dulce aroma te embriagara,
y
te hiciera soñar un cielo hermoso.
Quise
poner un ruiseñor gracioso
que,
al abrir esta página, cantara,
y
con su voz dulcísima imitara
de
tu laúd el ritmo melodioso.
Quise
ensalzar en inspirada nota
tu
celebrado nombre y tu grandeza:
quise
cantar; y de mi pecho brota
raudal
de llanto y de mortal tristeza.
Si
tanta así es mi negra desventura,
¿qué
puedo ofrecerte sino amargura?
Fuente:
Colección de los mejores poetas de la
América del centro, t. 3 (1888).
**
La edición es mía.
Photo via Visualhunt
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